La hostelería tira de la afiliación y del empleo
La hostelería tira de la afiliación y del empleo
En mayo se creó empleo y bajó el paro. Una noticia esperada. El fin de semana lo había apuntado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando habló de un dato “esperanzador”. Ahora, lo que no se esperaba, en plena recesión, es el mejor mayo de la serie histórica con un bajada del paro registrado, 98.265 inscritos menos en las oficinas de empleo, y un dato de afiliación a la Seguridad Social inédito desde 2007 al subir en 134.600 los cotizantes. Todo un alivio que dejó la cifra de total de desempleados en 4,8 millones, un 3,75% más que en el mismo mes de 2012, y la de afiliados en 16,3 millones, un 3,7% menos. Pero el alivio de mayo es temporal. Los detalles de los datos que ayer difundió el Ministerio de Empleo apuntan todos en esa dirección. Creció el número de contratos firmados, un 2,9% más que en mayo del año pasado. Pero la mejoría se debió solo al aumento de los compromisos temporales; entre tanto, los indefinidos se hundieron, cayeron un 24,2%. Tanto es así que los contratos fijos cayeron a niveles de 1998 en ese mes.
Hay más cifras que apuntan en esta dirección. Casi el 50% del aumento en la afiliación procede de la rama de la hostelería. Y si se analiza la evolución regional de este capítulo se observa que es en las comunidades más turísticas —una actividad económica muy temporal— donde más ha mejorado el empleo. Es el caso de Baleares, la autonomía que concentra el 33,6% de la mejora de la afiliación, como en otros años. Y hay un tercer detalle que apuntala la teoría de una mejora temporal, por el momento. El descenso del paro registrado y la subida de la afiliación se diluyen mucho cuando los datos se limpian del efecto estacional: el primero apenas cayó en 295 desempleados y el segundo solo subió en 5.659 cotizantes.
La mejoría laboral de mayo es habitual. Suele ser el mejor mes del año, alternándose con junio. Se acerca la temporada alta del turismo, arrancan varias campañas en el campo y en la construcción se ponen en marcha bastantes obras, lo que se traduce en puestos de trabajo. Y aunque es verdad que este año el dato mejora el de mayos anteriores, también hay que tener presente que, después de meses y meses prescindiendo de personal, las empresas tienen plantillas exiguas y sobrecargadas de horas extraordinarias, como mostró la última encuesta de población activa (el mejor termómetro del mercado laboral), ya ante la reanudación de la actividad económica tienen que contar con más mano de obra. Por tanto, habrá que esperar a que acabe el verano para ver si algo del empleo creado se consolida, y pese al deterioro, también habitual, la tendencia a la baja de ha invertido de verdad.
A pesar de esto, Rajoy quiso ayer anotarse el tanto. “Es una buena noticia. Esto me reafirma en que la política económica, aunque ha sido dura y difícil, es la adecuada”, proclamó en el Senado. Le siguió la responsable de Empleo, Fátima Báñez, que dijo ver “datos claramente positivos” y tener “motivos para la esperanza”. Les respondió el jefe de la oposición. El líder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba admitió que los datos laborales de mayo son muy buenos, pero recordó que “después de la primavera y el verano viene el otoño y el invierno”. Este argumento es la variación socialista de uno similar usado en 2011 por la entonces portavoz del PP en la oposición y ahora vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ante unos buenos datos de empleo frente quien entonces ocupaba este puesto, Pérez Rubalcaba: “Sí, señor Rubalcaba, el paro baja en abril y bajará en mayo y junio. Eso ya lo sabemos todos. Igual que los días son más largos, las temperaturas son más altas y el sol brilla más. Eso se llama estacionalidad”.
Por su parte, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha dicho que el incremento de afiliados ha sido “potente, claro y generalizado”. Además, Burgos ha destacado el crecimiento continuado de la cifra de afiliación en los últimos meses con un avance de 216.265 ocupados entre marzo, abril y mayo. Pese a ello, la relación entre trabajadores que pagan a la Seguridad Social y pensionistas se mantiene por debajo de menos de dos empleados por cada beneficiario de una de estas prestaciones. En términos desestacionalizados el avance de la ocupación es de 5.659 personas.
Entre los agentes sociales, el dato fue visto de muy distinta forma por patronal y sindicatos. La CEOE, aunque advertía que no había que verlo con euforia sino con cautela, utilizó para definirlo el mismo adjetivo que el Gobierno: “esperanzador”. Por su parte, CC OO y UGT adoptaron un tono exigente. El primer sindicato, después de recordar la gran cantidad de malas cifras que acumula el mercado laboral, señaló que “no hay motivos para el optimismo, puesto que el desempleo y la falta de cobertura están creando enormes desigualdades sociales. UGT optó por subrayar que, pese al alivio de ayer, el nivel de paro español es “insostenible” y puede empeorar, ante lo que exigió “una apuesta por medidas que estimulen el empleo y la economía”.
Fuente: El País, 05-06-2013
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